Las claves para la victoria de Trump o Harris
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un proceso complejo que se convierte en un auténtico rompecabezas cuando el voto popular está dividido casi por igual. Este artículo desentraña los detalles del Colegio Electoral estadounidense y ayudará a comprender dónde debe centrar su atención a medida que se acerca la jornada electoral del 5 de noviembre.
¿Cómo funciona el Colegio Electoral de EEU?
Estados Unidos es la única democracia del mundo que sigue utilizando un sistema electoral muy anticuado, el cual se estableció para dar a los Estados más pequeños mayor poder en relación con su escasa población. La idea general la podríamos resumir en los siguientes puntos:
✔️Son los electores estatales (miembros del "Colegio Electoral") los que votan al presidente, no el pueblo directamente, que a su vez es el elegido en función de los votos que los estadounidenses de a pie emiten el día de las elecciones.
✔️Si un candidato gana la mayoría de los votos populares en un estado, todos los votos electorales de ese estado van al ganador.
✔️Por pequeña que sea la población de un estado, el mínimo electoral es de 3 (la lógica es dos senadores en el Senado más un mínimo de un miembro por estado en la Cámara de Representantes)
Estados Unidos tiene siempre 538 votos electorales, independientemente de su población, y éstos se reparten entre los Estados. Debido al mínimo de tres votos por Estado, los votantes de los Estados menos poblados de EEUU tienen mucho más poder que los de los Estados más poblados, como California, que tiene ni más ni menos que 54 votos electorales, pero cada voto electoral representa a unas 700.000 personas. Por otro lado, el Estado menos poblado, Wyoming, por su parte, sólo tiene 3 votos electorales, pero cada voto representa a menos de 200.000 personas.
¿Cambiará alguna vez su funcionamiento? Implicaciones y premisas del sistema actual
La única manera de cambiar el sistema electoral sería mediante una enmienda constitucional, que requeriría que dos tercios del Congreso (la Cámara de Representantes y el Senado) votaran a favor y que tres cuartos de los Estados hicieran lo mismo. Esto probablemente no ocurriría fuera de algún terremoto político sin precedentes que está más allá de lo imaginable en el entorno actual, con lo cual resumimos las siguientes implicaciones partiendo de las premisas del sistema actual:
🔷Inclina significativamente las probabilidades hacia una victoria republicana
En los últimos ciclos electorales, debido a los patrones demográficos de voto en los numerosos Estados, la ventaja es enormemente del lado republicano. Los republicanos obtienen mejores resultados en los Estados menos poblados y más rurales, que tienen un número desproporcionado de votos electorales en relación con la población, como se ha señalado anteriormente. Así, Donald Trump perdió el voto popular en 2016 por más del 2% y, sin embargo, ganó las Elecciones.
🔷Los estados indecisos ("Swing states") es lo realmente importante
Debido a que hay muchos Estados que probablemente se decanten fuertemente por uno de los partidos, las elecciones se deciden por los Estados "indecisos". La más reñida se produjo en las elecciones estadounidenses de 2000, cuando el recuento de votos fue casi un empate en Florida, el estado decisivo para la victoria. También en 2016, fueron menos de 55.000 de los más de 10 millones de votantes en Pensilvania y Michigan los que entregaron las elecciones a Trump. Eso supone menos del 0,5% de los votos en esos dos estados juntos y menos del 0,045% de los 129 millones que votaron en las elecciones en todo el país.
270 votos para la victoria
Con un total de 538 votos electorales, la mayoría requiere un mínimo de 270 votos. Dado que al menos 43 Estados se consideran apuestas relativamente seguras para cualquiera de los dos partidos, sólo consideraremos siete Estados indecisos clave, marcados en la tabla de la parte inferior:
Vemos claramente cómo a modo de ejemplo los votantes de estos Estados que detallamos, cambiaron drásticamente de Partido desde el partido republicano (en 2016) al demócrata (en 2020)
En el siguiente mapa destacamos todos los Estados que no son "Swing States" (indecisos) a favor de uno de los dos partidos que probablemente ganarán allí (Demócratas y Republicanos) Esto deja un total de sólo siete estados que decidirán el resultado de estas elecciones que son: Pensilvania (PA: 19 votos) Carolina del Norte (NC: 16) Georgia (GA: 16) Michigan (MI: 15) Arizona (AZ: 11) Wisconsin (WI: 10) y Nevada (NV: 6) Sin incluir estos Estados, en otras palabras, y salvo un giro masivo en las encuestas, podemos asumir que Trump obtendrá al menos 219 votos electorales y Harris al menos 226. Si eso es correcto, la victoria para los republicanos debe sumar 51 o más votos electorales adicionales para los republicanos y 44 o más votos para el caso de los demócratas.
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