El VIX se calcula en tiempo real utilizando los precios de las opciones del S&P 500, un índice que agrupa a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos. Las opciones son contratos financieros que permiten a los inversionistas apostar por el movimiento futuro de un activo, ya sea al alza (CALL) o a la baja (PUT). El VIX mide la volatilidad implícita, es decir, la expectativa del mercado sobre cuánto podría fluctuar el S&P 500 en los próximos 30 días, expresada como un porcentaje anualizado.
Por ejemplo, si el VIX está en 20, significa que el mercado espera que el S&P 500 tenga una volatilidad anualizada del 20%. En términos simples, refleja el nivel de incertidumbre o "miedo" entre los inversores: cuanto mayor es el VIX, mayor es la percepción de riesgo. Más información sobre OPCIONES y volatilidad asociada debajo:
El apodo de "índice del miedo" no es casualidad. Históricamente, el VIX tiende a dispararse durante períodos de crisis o incertidumbre, como caídas abruptas del mercado, eventos geopolíticos inesperados o recesiones económicas. Por ejemplo, durante los últimos meses, el S&P 500 ha caído cerca de un 20% y el VIX ha subido hasta niveles de 60, algo no visto desde la pandemia del 2020. Debajo comparamos los futuros del S&P 500 y un ETF del VIX que explicamos más adelante:
El VIX no predice la dirección del mercado (si subirá o bajará) sino la magnitud de los movimientos esperados. Aquí algunos rangos generales para entenderlo:
Sin embargo, el contexto importa. Un VIX alto no siempre significa que sea momento de vender todo; podría ser una oportunidad para comprar activos a precios bajos si crees en una recuperación.
Aunque no puedes invertir directamente en el VIX (es un índice, no un activo), existen productos financieros como ETFs (fondos cotizados) que replican su comportamiento, como el VOOL (Amundi S&P 500 VIX Enhanced Roll UCITS) o el apalancado VIXL (WisdomTree S&P 500 VIX ST 2.25x). Estos instrumentos permiten a los inversores "apostar" por un aumento de la volatilidad o usarlo como cobertura contra caídas en sus carteras.
Por ejemplo:
El VIX es una herramienta poderosa para entender el estado emocional del mercado y tomar decisiones informadas. Para el inversionista promedio, seguirlo puede ayudarte a mantener la calma en tiempos turbulentos o a identificar momentos de oportunidad. Sin embargo, su verdadera utilidad depende de tu estrategia: ¿buscas proteger tu cartera o especular con la incertidumbre? Sea cual sea tu enfoque, el "índice del miedo" es un recordatorio constante de que, en los mercados, la emoción y la racionalidad siempre van de la mano. No dejes que el "miedo" dicte todas tus decisiones. Con un plan sólido y disciplina, incluso la volatilidad puede ser tu aliada.