ETF - El Rey de la Diversificación: Qué son y tipos

Los ETFs son una excelente opción para los inversores que buscan diversificar su cartera de una manera sencilla y eficiente. Al operar a través de una sociedad gestora, los ETFs permiten a los inversores replicar el comportamiento de un índice sin necesidad de comprar cada acción individualmente.

El lanzamiento del primer ETF en 1993, el SPDR S&P 500 ETF, marcó el inicio de una nueva era en la inversión. Desde entonces, los ETFs han ganado popularidad debido a su facilidad de compra y venta en bolsa, así como a sus bajos costos en comparación con otros fondos de inversión tradicionales. Debajo vemos a modo de ejemplo el crecimiento de los activos bajo gestión o AUM de los ETFs negociables en el mercado europeo Xetra, los cuales han subido cerca de un 16% compuesto anual durante la última década.

¿Dónde se engloban los ETFs?

Los ETPs o `Exchange Traded Products´ son productos o vehículos de inversión que cotizan en el mercado de valores, y que replican el comportamiento de un activo o cesta de activos financieros como un índice, materia prima o divisa. Dentro de los ETPs diferenciamos los siguientes tipos: 

• ETF (Exchange Traded Funds) - Siendo el vehículo mas común, replica la composición de un índice de referencia, como el Ibex 35, el S&P 500 o una cesta de valores. 
• ETC (Exchange Traded Commodities) - Replican el precio de una materia prima, como el oro, el petróleo o el cobre. A diferencia de los ETF, estos no invierten directamente en la materia prima física, sino que están respaldados por un activo subyacente, como un contrato de futuros o un depósito de la materia prima. 
• ETN (Exchange Traded Notes) - Son notas de deuda emitidas por una institución financiera que replican el rendimiento de un índice, una materia prima o una divisa. A diferencia de los ETF y ETC, los ETN no están respaldados por ningún activo subyacente, sino que el emisor se compromete a pagar al inversor el rendimiento del activo subyacente.

Tipos y características de los ETFs

Existe una amplia variedad de tipos de ETFs, entre los más destacados se encuentran los ETFs de renta variable, donde se replica el desempeño de un índice específico como puede ser el S&P 500, sin necesidad de una gestión activa por parte del inversor. Además, hay ETFs sectoriales que incluyen una selección de valores relacionados con un sector específico y vinculados a una temática. Diferentes a estos, también existen ETFs de materias primas, bonos y divisas, entre muchos otros, que aunque menos conocidos, son una excelente opción para reducir costes en comparación con otros tipos de productos de inversión.

Por otro lado, también debemos tener en cuenta la diferenciación entre ellos a la hora de la posible distribución de los dividendos:

• ETFs de distribución (Dist) - Pagan de manera periódica los dividendos distribuidos por los activos subyacentes del ETF (afectando al precio del ETF tras el descuento, similar al descuento en la cotización de una compañía cuando descuenta un dividendo)

• ETFs de acumulación (Acc) - Utilizan el dividendo generado para la reinversión automática en el fondo, aumentando por tanto el valor liquidativo.

También podríamos dividir los ETFs de la siguiente manera, según la estrategia de invertir del fondo:

• Directos – Siendo los más comunes, son aquellos que reproducen el comportamiento del índice de referencia.
• Inversos – Reproducen el comportamiento inverso del índice de referencia (permite obtener rentabilidad positiva en caídas, pudiendo este utilizarse en momentos de cobertura necesarios de manera sencilla) Se identifican por tener las palabras Short, Bear o Inverse en la nomenclatura, nombre o denominación del ETF. 
• Apalancados – Pueden duplicar o triplicar nuestra exposición al índice de referencia (muy arriesgados, pero con una mayor potencial rentabilidad/pérdida). La manera de identificarlos es con una denominación de "2x" , "Ultra" o  "3x".

Además, podríamos destacar otro tipo de tipología en función de la composición del ETF o tipo de réplica del índice de referencia o benchmark:

• Réplica física – La gestora del ETF compra directamente las posiciones del índice y por lo tanto tiene la propiedad legal de los activos subyacentes (en otras palabras, los inversores son dueños de su parte proporcional de los activos del índice al que replica)
• Réplica sintética – No hay una inversión directa, sino que existen derivados financieros en el proceso de inversión o replicación del índice de referencia y por lo tanto generalmente tienen un mayor riesgo. Destacan por replicar mercados poco líquidos o brindar acceso a mercados a los que la réplica física no puede acceder de una manera más eficiente, además de tener normalmente menores costes asociados de gestión.
  
  

Los ETFs 'más grandes' y más operados del mundo

Dentro del vasto universo de los ETFs disponibles en los mercados, cada uno con sus propias características y enfoques diferenciados, es fundamental destacar a los mayores ETFs con activos bajo gestión, ya que representan los líderes en el mundo de la inversión. A continuación, se muestran los principales referentes en términos de volumen y popularidad.

No obstante, desde la entrada en vigor de la normativa europea UCITS los inversores minoristas europeos deben utilizar aquellos vehículos de inversión que cumplen con la normativa, ofreciendo la protección al inversor.  Por ello, no todos los ETFs en el mercado están disponibles para los inversores europeos y mucho menos los norteamericanos, en la mayor parte de los casos.

Para facilitarte las cosas, a continuación te mostramos una lista de los mayores ETFs por activos gestionados o por volumen negociado durante los últimos meses, que cumplen la normativa UCITS en Europa y que en la mayor parte de los casos como ves debajo cotizan en el mercado Xetra de Alemania en Euros. Además, te indicamos su símbolo/Ticker de negociación o el ISIN por si fueran de tu interés.

 Todos estos ejemplos se pueden encontrar en nuestra plataforma Activo Plus.