A continuación, repasamos las principales opciones de inversión y cómo encajan con cada tipo de inversor.
Si prefieres dormir tranquilo y tu mayor preocupación es no perder dinero, eres un inversor conservador. Sueles tener objetivos a corto o medio plazo, y aceptas obtener una rentabilidad menor a cambio de seguridad.
Opciones para ti:
Bonos del Estado o de empresas de alta calidad crediticia. Suelen ofrecer intereses fijos y son menos volátiles que las acciones. Bonos de Gobiernos a corto plazo o de empresas con alta calidad crediticia pueden ser una buena opción.
Fondos de renta fija, que invierten en bonos diversificados. DWS INVEST SHORT DURATION CREDIT "LC" (EUR) ACC es un ejemplo de fondo de renta fija a corto plazo, muy diversificado además por países.
Depósitos bancarios, cuentas remuneradas o fondos monetarios de distribución. CANDRIAM MONEY MARKET EURO "C" (EUR) INC es un ejemplo de fondo monetario con distribución anual de dividendo (el último pagado en 2025 cercano al 3%, más que la mayor parte de lo que pagan los bancos hoy en día)
👉 Tu cartera será estable, pero la rentabilidad puede ser limitada.
Si quieres que tu dinero crezca más, pero sin asumir riesgos excesivos, eres un inversor moderado. Sueles tener objetivos a medio o largo plazo y aceptas cierta volatilidad a cambio de mejores rendimientos.
Opciones para ti:
Fondos de Inversión Mixtos, que combinan renta fija (bonos) y renta variable (acciones) FIDELITY GLOBAL MULTI ASSET INCOME A EUR (INC) es un ejemplo de fondo mixto con además distribución de dividendo.
Acciones de empresas sólidas y consolidadas, conocidas como blue chips. Coca-Cola o Berkshire Hathaway pueden ser ejemplos de este tipo.
Planes de inversión indexados (mediante por ejemplo ETFs que siguen índices bursátiles) que diversifican de forma sencilla. VUSA o SXR8:xetr son dos 2 ejemplos de ETFs indexados al S&P 500.
👉 Tu cartera tendrá altibajos, pero a largo plazo puede ofrecer una buena rentabilidad.
Si estás dispuesto a asumir fuertes oscilaciones en tu capital porque buscas maximizar tu rentabilidad a largo plazo, eres un inversor agresivo. Tu horizonte de inversión suele ser largo, y tienes tolerancia a la volatilidad.
Opciones para ti:
Acciones de crecimiento, como tecnológicas o empresas innovadoras. Alphabet o Nvidia son dos ejemplos.
ETFs o Fondos de Inversión Temáticos, centrados en sectores como energías renovables, inteligencia artificial o biotecnología. Un ejemplo podría ser el DWS INVEST ARTIFICIAL INTELLIGENCE "LC" (USD) ACC.
Productos derivados como futuros y opciones: permiten especular con más riesgo y apalancamiento. Solo son recomendables si tienes experiencia y formación. Desde índices, compañías, divisas o materias primas.
👉 Tu cartera puede subir mucho… pero también caer rápidamente. Es clave tener disciplina y diversificación.
Diversifica: no pongas todo tu dinero en un solo producto o sector.
Invierte a largo plazo: el tiempo reduce el impacto de la volatilidad.
Empieza poco a poco: prueba primero con cantidades pequeñas para ganar confianza.
No te dejes llevar por las emociones: los mercados suben y bajan, es normal.
Edúcate constantemente: leer, formarte y entender los riesgos es tan importante como la inversión misma.
No existe una inversión perfecta para todos, sino una adecuada para cada perfil de riesgo. Antes de lanzarte, reflexiona: ¿qué tan cómodo estás con la posibilidad de perder dinero a corto plazo?, ¿qué objetivos financieros tienes?, ¿qué horizonte de inversión manejas?
Responder a estas preguntas será el primer paso para construir tu cartera y comenzar tu camino como inversor.